sábado, 28 de enero de 2012

Impactos del incendio en Torres del Paine


Testimonio de turista en Torres del Paine, 2012. 
© Sernatur
por Marcela Torres

Más de 16 mil hectáreas fueron destruidas por el incendio causado por la irresponsabilidad de un turista que obligó a cerrar el Parque Nacional Torres del Paine entre el jueves 29 de diciembre de 2011 y el miércoles 4 de enero de 2012. Hasta la semana pasada, los brigadistas de CONAF –la agencia gubernamental que maneja las áreas protegidas en Chile- todavía trabajaban apagando nuevos focos de incendio que surgían en distintos lugares del parque.

Aunque, la mayor parte del incendio ya se controló y el parque lentamente retoma sus actividades normales, se produjo un daño irreparable al medio ambiente en uno de los lugares más bellos del mundo.

Debido a que la única persona procesada por provocar el incendio es un ciudadano israelí y ésta era la segunda vez en 2011 en que un turista de esa nacionalidad ocasionaba este tipo de desastre en el parque, el Gobierno de Israel anunció que enviará una delegación de expertos en reforestación, los cuales podrán traspasar la experiencia adquirida en la recuperación de bosques en la zona del Carmel, hace un año. Además, realizará un aporte directo en árboles, a través de un vivero especialmente destinado a la reforestación de Torres del Paine.

Sin embargo, el bosque nativo que se quemó está compuesto por árboles de muy lento crecimiento que alcanzan su madurez aproximadamente a los 200 años y requieren crecer protegidos del frío, el viento en invierno y la sequedad del verano. 

Por lo tanto, no basta replantar árboles pequeños, ya que los jóvenes brotes requieren condiciones protegidas para su crecimiento. Además, hay que considerar que gran parte del incendio se expandió bajo tierra y afectó el suelo de la zona. Los animales que habitan el parque podrán volver a las zonas afectadas, pero las encontrarán yermas y deberán trasladarse a otros lugares en busca de alimento y refugio.

Varios equipos de investigadores nacionales e internacionales ya están iniciando estudios de los efectos ambientales del incendio para contribuir a elaborar un plan de recuperación efectivo.

Impacto económico

El cierre obligado del parque también perjudicó la economía local, que depende en gran medida de los ingresos que generan los miles de turistas extranjeros que visitan la zona durante la temporada alta, entre noviembre y febrero.

Se calcula que los empresarios turísticos de la zona tuvieron pérdidas por USD $2 millones, aunque ésa aún es una cifra preliminar, ya que a eso se debe sumar lo que dejarán de ganar durante la temporada. Muchos de ellos han hecho enormes esfuerzos por evitar despidos de trabajadores que contaban con los sueldos que recibirían estos meses.

Pese a la reapertura parcial del parque, los datos entregados por las autoridades reflejan que las visitas han bajado en un 50% en enero y el Gobierno de Chile ya ha anunciado que destinará recursos para apoyar a micro y pequeñas empresas turísticas de la zona y lanzó una agresiva campaña de promoción internacional para mantener el flujo de visitantes al parque en 2012 y 2013.

Oportunidad para el turismo responsable

Esta triste experiencia en el Parque Nacional Torres del Paine nos recuerda nuevamente de la importancia de promover el turismo responsable. Las lecciones aprendidas se aplican tanto al destino como a los visitantes, por lo que es necesario realizar campañas de sensibilización entre todos los actores involucrados para asegurar que este hermoso lugar de la Patagonia pueda ser disfrutado por las generaciones futuras.