viernes, 30 de diciembre de 2011

Nuevo incendio en Torres del Paine



por Marcela Torres

Estamos terminando el año 2011 con una triste noticia producto de la irresponsabilidad de un turista. Un nuevo incendio está afectando al Parque Nacional Torres del Paine, que a la fecha ya ha consumido más de 5.700 hectáreas de vegetación y ha obligado a la evacuación de turistas y al cierre del parque nacional, como se ve en este video.

Una vez más, este desastre nos recuerda que se deben extremar las medidas para practicar un turismo responsable en áreas protegidas, para evitar dañarlas y asegurar que puedan ser disfrutadas por futuras generaciones.

El Gobierno de Chile, a través del Ministerio del Interior y la Oficina Nacional de Emergencias (ONEMI), está trabajando para contener las llamas y buscando apoyo de unidades de bomberos especializadas. Sin embargo, es muy difícil controlar cualquier incendio en Torres del Paine, debido a que los fuertes vientos de la Patagonia hacen que se propaguen de manera muy rápida.

Ya he hablado en un blog anterior acerca de la necesidad de practicar un turismo responsable en el parque nacional y de tener cuidado con las fogatas que se prenden durante la noche. Sin embargo, parece necesario tomar medidas más drásticas para prevenir y mitigar los impactos del turismo en Torres del Paine.

Entre otras medidas, sería aconsejable no permitir el camping en el parque nacional. Ya existen bastantes lugares donde alojar dentro del parque  y se pueden potenciar más alternativas en el pueblo de Torres del Paine. Aparentemente también hacen falta mayores recursos para patrullaje y control de las actividades de los visitantes.

En este contexto, vale la pena recordar que la Corporación Nacional Forestal (CONAF), la agencia gubernamental encargada de la administración de las áreas protegidas en Chile, tiene normas claras para los visitantes que pueden descargarse de su sitio web en castellano y en inglés. Vale la pena recordar algunas de ellas para asegurar que cuando visitamos una zona natural seamos turistas responsables: 
  • Respete los horarios de visita, la señalización e instalaciones del Área Silvestre Protegida, así como las instrucciones de los/las guardaparques.
  • Respete las normas de seguridad. Transite sólo por los senderos y caminos señalizados. Al realizar una excursión a sectores alejados, vaya acompañado, lleve los implementos y el vestuario adecuado. Informe al guardaparque en el acceso a la unidad o guardería del sector, la ruta y horario de regreso.
  • Haga sus fogatas en los lugares habilitados para ello y apáguelas con abundante agua. Los incendios forestales y la presencia del hombre en actitud distraída son siempre un potencial peligro para la naturaleza.
Esperamos que finalmente se tomen medidas y que los turistas sean más cuidadosos para no tener que lamentar nuevamente otro desastre como éste en un lugar que atrae a miles de visitantes nacionales extranjeros cada año por su belleza única, su fauna y sus fantásticos senderos.

martes, 6 de diciembre de 2011

Cómo reducir tu huella de carbono cuando viajas

 La expansión de los desiertos es uno de los efectos del cambio climático. 
© Marcela Torres

por Marcela Torres


Mientras los gobiernos y los representantes de la industria se enmarañan tratando de llegar a acuerdos para detener el calentamiento global en la 17a Conferencia de las Partes (COP) de la Convención Marco sobre Cambio Climático de las Naciones Unidas en Durban, Sudáfrica, pensé que sería bueno compartir datos útiles sobre las pequeñas pero significativas contribuciones que podemos hacer como viajeros.
  

·    Elige una empresa responsable: Cuando planifiques tu viaje, escoge empresas que contraten trabajadores y guías locales o compren productos y servicios locales. Esta es una buena manera de apoyar la economía local del lugar que visitas.

·    Desenchufa cuando no estás: Antes de salir de casa, recuerda apagar las luces y el aire acondicionado o calefacción y desenchufa todos los electrodomésticos que puedas mientras no estás.

·    Cuida el lugar como tu casa: Cuida el medio ambiente cuando estés de vacaciones como si fuera tu casa. Siempre bota la basura en un basurero. Si no hay ninguno cerca, llévatela contigo hasta que encuentres uno.

·    Evita las botellas plásticas: En lugar de comprar agua en botella, lleva una botella que puedas rellenar y usa el agua potable del hotel.

·    Ahorra agua: El agua es escasa en muchos lugares. Usa la cantidad de agua mínima necesaria para una ducha o baño y no dejes correr el agua mientras de afeitas, lavas los dientes o te lavas las manos. Si el hotel tiene una política para reutilizar toallas y sábanas, indícales que no deseas que se laven todos los días.

·    Escoge el transporte público: Utiliza el transporte público (bus, tren, taxis, etc.) tanto como sea posible. Es una manera más sustentable de trasladarse.

·    Camina: En lugar de arrendar vehículos, tómate el tiempo de caminar pos los lugares. No sólo harás algo de ejercicio y ayudarás al medio ambiente, sino que también podrás conocer mejor el lugar que visitas.

·    Evita las pilas desechables: Cuando sea posible, compra pilas recargables para tus elementos esenciales de viaje, tales como cámaras, afeitadoras y linternas.

·    Come lo local: Probar la comida local es una buena manera de aprender acerca de la cultura del lugar que visitas. Anda a un mercado agrícola, compra en negocios de propiedad local y escoge restaurante de propiedad local, ya que generalmente comprarán productos locales y eso significa que se ha gastado menos combustible en trasladarlos.

·    Bolsas de compras: Lleva tu propia bolsa ecológica. Es difícil evitar la tentación de comprar cuando uno viaja, especialmente cuando hay lindos souvenirs para escoger.

Viajes aéreos

Los viajes aéreos son uno de los grandes temas discutidos en todas las reuniones de las Conferencias de las Partes y nunca se logra un avance importante. Ya he hablado acerca del impacto de los vuelos en un blog anterior, pero como actualmente no existe una normativa que lo regule y a veces no se puede evitar volar, la responsabilidad recae mayoritariamente en los propios turistas para que minimicen su impacto.

Algunas recomendaciones útiles son:


·    Evita paradas excesivas: Trata de volar por la ruta más directa posible y evita las paradas innecesaria porque los aviones gastan más combustible durante los despegues y aterrizajes.

·    Vuela en cabina económica: Mientras más gente viaje en un avión, se producirán menos emisiones por persona.

·    Evita los vuelos nocturnos: Vuela durante el día, porque durante la noche la condensación que se forma de la quema de combustible permanece en la atmósfera por más tiempo debido a que el aire nocturno es más frío.

·    Lleva poco equipaje: Al reducir el peso del equipaje, ayudarás a que los aviones quemen menos combustible.

·    Estadías más largas: Trata de quedarte más tiempo en un destino en lugar de hacer muchos viajes cortos.

·    Compensa la huella que no puedas evitar: Haz que tus viajes sean “carbono neutrales” contribuyendo a programas de compensación de carbono con credibilidad que apoyen proyectos de conservación, energía renovable y otras iniciativas ambientales. Unas pocas compañías aéreas te ofrecerán esto al realizar la compra. Si tu aerolínea no lo hace, existen algunas organizaciones no gubernamentales –como The International Ecotourism Society y Sustainable Travel International (en inglés)- que tienen programas confiables de compensación de carbono.

viernes, 2 de diciembre de 2011

Viaja y haz voluntariado enseñando inglés en escuelas chilenas

Voluntarios de El Inglés Abre Puertas con alumnos. 

por Marcela Torres

Una de las mejores maneras de experimentar la cultura local es mediante el voluntariado, que te permite pasar tiempo con las comunidades anfitrionas. Eso es lo que el programa El Inglés Abre Puertas, una iniciativa conjunta del Ministerio de Educación y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), ofrece a personas angloparlantes en escuelas de todo el país. Las postulaciones para el 2012 están abiertas hasta el 15 de diciembre de 2011.

¿De qué se trata? El Programa actualmente está buscando reclutar a personas con inglés nativo o casi nativo entre 21 y 35 años para que enseñen inglés en Chile bajo la dirección de profesores líderes en escuelas públicas o semiprivadas. Desde que comenzó en 2004, El Inglés Abre Puertas ha reclutado a más de 1.300 voluntarios de distintos países, incluyendo los Estados Unidos, Canadá, Australia y el Reino Unido.

Los voluntarios pueden elegir de una amplia gama de programas que duran entre 5 y 11 meses, comenzando entre febrero y julio. Los voluntarios de tiempo completo pasan 25 horas a la semana en la sala de clases, con 10 horas de actividades adicionales, tales como planificación de clases y participación en actividades extracurriculares, incluyendo presentaciones públicas y clubes de debate. Los voluntarios de medio tiempo tienen una carga que va entre 4 a 16 horas por semana y es perfecto para quienes están haciendo intercambio en universidades chilenas.

Orientación y clases de castellano

Si no estás familiarizado con Chile o no hablas castellano fluido, no te preocupes. Apenas llegues a Santiago recibirás una extensa orientación antes de instalarte con una familia anfitriona en la comunidad en la que trabajes. También recibirás acceso gratuito a seguro de salud, transporte y materiales educativos. Igualmente, recibirás una mensualidad de CLP 60.000 (aproximadamente USD 120).

Los voluntarios de larga estadía pueden elegir inscribirse en un curso de castellano de dos meses antes de comenzar su voluntariado. El curso cuesta USD 1.000 y se dan para niveles básico, intermedio y avanzado.

¿Quieres más información? Revisa el sitio web del Centro Nacional de Voluntariado. Tienen mucha información y testimonios de participantes anteriores que sin duda te inspirarán. ¡No te pierdas esta oportunidad de experimentar la cultura chilena en profundidad y contribuir a las comunidades y lugares de los que disfrutas!
 

miércoles, 23 de noviembre de 2011

¡Viajando como una persona local en Chile!

 Gente disfrutando un mote con huesillo en el Cerro San Cristóbal. 
© Marcela Torres

por Marcela Torres

El turismo tradicional, sentado en un cómodo bus y tomando fotos de los principales atractivos de un lugar puede ciertamente ser entretenido e interesante. Pero no hay nada mejor que insertarse en la cultura local de un destino y explorar fuera de las rutas habituales. Al menos eso es lo que trato de hacer cuando viajo y lo que mi empresa le ofrece a la gente que se inscribe en nuestros tours en Chile.

Luego de trabajar por años para distintos operadores receptivos en Chile, primero como guías y después en otras funciones de oficina, mi hermana Paula y yo nos dimos cuenta que estas empresas ofrecían más o menos los mismos itinerarios y destinos, incluyendo los mismos atractivos (viñedos, museos, etc.). Pero la gente tenía ganas de probar cosas diferentes.

Lo primero que aprendimos fue que la mayoría de los turistas se molestaban cuando los llevábamos a una joyería lujosa al finalizar su city tour porque se daban cuenta que los precios estaban sobrecargados y se sentían presionados a comprar. La empresa que nos contrataba nos obligaba a llevarlos, pero como nosotras teníamos que enfrentar a los clientes enojados, comenzamos a preguntarles antes de ir a la tienda si querían visitarla o no. La mayoría decía que no y nos dimos cuenta que preferían visitar un mercado donde compraba la gente local y donde pudieran ver al artesano trabajando.

Otra cosa que aprendimos fue que realmente querían probar la comida local. Por eso empezamos a llevarlos a lugares donde nosotras íbamos con nuestra familia a tomar, por ejemplo, un mote con huesillo, una bebida/postre tradicional hecha con duraznos secos y trigo mote hervido generalmente con chancaca. ¡A todos les encanta!

Una vez tuve un grupo de viajeros de Gran Bretaña que estaba preocupado porque iban a visitar la frontera de Chile con Argentina, a aproximadamente 2.800 metros, y nunca habían estado a esa altitud. Les conté que las comunidades andinas mastican hojas de coca para evitar enfermarse por la altura, pero que si se tomaban un té de coca iba a tener el mismo efecto. ¿Adivinan qué pasó? ¡Todos querían probar el té de coca! Entonces con el conductor nos coordinamos y preparamos un termo con agua caliente y compramos las bolsitas de té de coca. A mitad del camino nos detuvimos y compartimos el brebaje con los pasajeros con las montañas de los Andes de fondo. Todos disfrutaron el momento. ¡Y nadie se enfermó!

Este es el tipo de experiencias únicas que tratamos de ofrecer en Chile. Nos encanta llevar a los visitantes a recorrer Santiago en el Metro (tren subterráneo) y a ellos les gusta tener la sensación de cómo se traslada la gente por la ciudad –incluso si es en un carro lleno a la hora punta- y hacer cosas que hace la gente local.

Con nuestros tours al campo y a la costa, así como también a otras regiones de Chile, llevamos a los turistas a lugares que no están generalmente en el radar de los viajeros extranjeros. Caminar con llamas en el Desierto de Atacama, disfrutar una comida tradicional preparada en una cocina solar en el Valle del Elqui, aprender a hacer dulces típicos en el Valle de Curacaví, ver cómo trabaja un artesano con el lapislázuli o el cobre o simplemente pasar tiempo con la gente local de norte a sur son algunas actividades que ofrecemos.

Por eso estamos tan contentas de ser parte del Movimiento de Viajes Locales (The Local Travel Movement). Creemos que hace una gran diferencia poder captar cómo se siente trasladarse, comer y vivir como una persona local. Es ciertamente enriquecedor tanto para la comunidad anfitriona como para los turistas y ayuda a que la gente pueda comprender mejor sus respectivas culturas al mismo tiempo que se divierten y comparten un momento inolvidable. ¿Qué más se podría pedir de un viaje? ¡Disfruten sus recorridos!

jueves, 10 de noviembre de 2011

DMTR 2011: El turismo puede ayudar a reducir la pobreza

Harriet Lamb durante la inauguración del DMTR 2011 en la WTM. 
© Marcela Torres

por Marcela Torres

Con más de 300 delegados de todo el mundo se celebró ayer el Día Mundial del Turismo Responsable 2011 durante la feria World Travel Market (WTM) que se realiza en Londres, enfatizando la oportunidad única que tiene la industria turística para ayudar a reducir la pobreza en el planeta.

“Tenemos los medios y la responsabilidad de ayudar a las comunidades locales de los lugares que visitamos y empoderarlas para que puedan supercar la pobreza”, dijo Fiona Jeffrey, presidenta de la WTM. También dedicó algunas palabras a los numerosos y a menudo anónimos héroes de la industria, destacando que hay un creciente número de personas que trabajan día a día para proteger nuestra cultura, defender nuestros destinos, conservar la diversidad biológica y contribuir a garantizar la sustentabilidad de nuestro hogar, la Tierra.

El discurso de apertura oficial para esta quinta versión del DMTR estuvo a cargo de Harriet Lamb, Directora Ejecutiva de la Fundación Fairtrade, que promueve el comercio justo. Lamb recordó que “hace veinte años, cuando empecé a hablar acerca de la necesidad de pagar precios justos a los pequeños agricultores por su café mucha gente se reía de mí diciendo que nadie estaría dispuesto a pagar más para ayudar a la gente a mantener su sustento. ¡Bueno, ahora ya no se ríen!”

De hecho, el movimiento del comercio justo se ha expandido a través del mundo y cada vez más consumidores exigen productos con una certificación de comercio justo. Y no se trata sólo de los agricultores de café. El concepto se aplica a todo tipo de productos y áreas de comercio. Lamb dijo que el 50% de los consumidores del Reino Unido, por ejemplo, están dispuestos a pagar más por un producto que tiene una certificación de comercio justo.

“Y lo bueno es que además tiene sentido para las empresas”, señaló Lamb. “Piénsenlo. Una gran cadena de supermercados que vendía unas barras de chocolate excelentes hizo la conexión mientras conversaba con nosotros y se dio cuenta que si no le pagaban suficiente a los productores de cacao esa gente no podría seguir cultivándolo y se quedarían sin agricultores que les proporcionaran el cacao para producir sus barras de chocolate. Si no hay granos, no hay barras. ¡Es así de simple!”

Esa ventaja commercial también ha sido comprendida por varias empresas de turismo que no sólo están pagando precios justos a sus proveedores, sino que también –en muchos casos- han dado un paso más allá y han creado fundaciones para apoyar proyectos de educación, conservación e incluso de provisión de agua potable para comunidades de todo el planeta.

Sin embargo, aún queda mucho por hacer y Fiona Jeffrey llamó a toda la industria turística a subirse al carro del turismo responsable: “Esto no es sólo una locura de culto o la última moda que va a ser reemplazada por algo más en uno o dos años. Una cantidad creciente de consumidores están dándose cuenta que el mundo –y la industria también- no puede continuar funcionando de la misma manera que lo hizo cuando recién se generó el turismo masivo”.

domingo, 30 de octubre de 2011

Observación de ballenas y delfines

Observación de ballenas en Parque Marino Francisco Coloane.
© Feel Patagonia

por Marcela Torres

A medida que se acerca la temporada de verano, la fascinación por las ballenas y delfines atrae a muchos turistas en busca de tener un encuentro cercano con esta fauna carismática. La actividad tiene beneficios y riesgos, sin embargo, y hay que tomar precauciones para practicarla de manera responsable.
A lo largo de todo Chile se encuentran 18 especies de delfines. El delfín chileno (Cephalorhynchus eutropia) se encuentra en aguas costeras poco profundas, mientras que el delfín nariz de botella (Tursiops truncatus) es uno de los más populares y fáciles de ver, sobre todo en los alrededores de las islas Damas y Choros, en el norte.

Las ballenas también se dejan ver, principalmente en el sur de Chile, donde se puede encontrar rorcuales, ballenas francas, cachalotes y la ballena jorobada (Megaptera novaeangliae). Esta especie, una de las más fascinantes, tiene un importante sitio de alimentación en las aguas del Parque Marino Francisco Coloane, en el sur de Chile.

Para asegurar que la experiencia de observación de cetáceos sea amena y segura, tanto para los animales como para los turistas, se deben tomar las siguientes medidas: 
  • Se debe mantener una distancia mínima de 100 metros del animal más próximo a la embarcación
  • La velocidad de navegación de las embarcaciones durante las maniobras de aproximación y abandono se deberá mantener constante, sin superar los 4 nudos
  • El tiempo de observación de cada embarcación no debe superar los 30 minutos
  • No le pida al guía que persiga a los delfines o ballenas ni trate de tocarlos
  • Al finalizar la observación, el abandono del lugar deberá realizarse en forma lenta y en dirección contraria al desplazamiento de las ballenas o delfines
Es importante tener en cuenta que los delfines y ballenas en el mar son animales libres y que no debemos alterar su forma de vida o comportamiento. Por eso, es importante no tratar de acariciarlos o establecer ningún tipo de contacto que no sea natural y que contribuya a modificar su conducta, por ejemplo, acostumbrándose a interactuar de manera cercana con seres humanos.

Si seguimos estos consejos, seguramente vamos a vivir una experiencia de turismo responsable que será inolvidable.

sábado, 15 de octubre de 2011

¿Puedo tomarle una foto?

Tejedora quechua en Cusco, Perú.
© Marcela Torres

por Marcela Torres




Conocer gente de otros países, culturas y costumbres es parte de la magia de viajar. Muchas veces nos encontramos con personas encantadoras que comparten sus tradiciones con nosotros y no podemos resistir la tentación de capturar ese momento con nuestras cámaras fotográficas. Sin embargo, este impulso entusiasta a veces puede provocar una reacción negativa inesperada.

Varios autores advierten del peligro de la “mirada del turista”. ¿A qué se refieren? A que las personas de una comunidad local se sientan vistas como objetos atractivos; algo extraño o sorprendente que se debe observar. Esta sensación, sin duda, puede ser ofensiva.

Además, no es un mito que numerosas tribus y culturas indígenas en América Latina rechazan las fotografías por diversas razones, incluyendo la creencia de que éstas les robarían el alma. Desde el norte de México hasta el sur de Chile existen variados testimonios de comunidades que le temen o desconfían de las cámaras y de las intenciones de quienes las llevan.

Cuenta un fotógrafo profesional que al llegar de improviso a un pequeño poblado de la Sierra Central de México junto a unos amigos se vio rodeado de niños y niñas por todos lados, atraídos por sus “curiosas” vestimentas y actitudes. Pero el jolgorio acabó en el momento en que sacó su cámara fotográfica y apuntó a los niños, que arrancaron despavoridos.

En la Ciudad Perdida, de la Sierra Nevada de Santa Marta en Colombia, por razones religiosas y culturales, las personas de ascendencia indígena evitan que se tomen fotografías de ellas mismas, sus casas y sus objetos. A los turistas se les advierte que no insistan, para no causarles molestias y no invadir su intimidad.

Los mapuches, que habitan el sur de Chile y Argentina, también rechazan las fotografías. Para ellos, la imagen tiene un espíritu y si alguien la capta se lleva algo de ellos mismos. Esta creencia ha presentado un desafío para los realizadores de documentales, quienes deben dar muestras de respeto y confianza para obtener sus filmaciones. Sin embargo, muchas veces los artistas simplemente toman la foto o video, prometiendo volver y entregar una copia, pero no aparecen nunca más. Es importante tener en cuenta que el mapuche siempre va a pedir (y a exigir, en algunos casos) el símbolo concreto de aquella vez en que prestó un pedacito de alma. Se sabe de un par de ocasiones en que las personas se han sentido tan ofendidas por la fotografía que han roto las cámaras de algunos turistas.

El caso del científico italiano Guido Boggiani es, sin duda, el más extremo. Boggiani vivió muchos años con la tribu Caduveo en Paraguay y se obsesionó por el tatuaje o pintura corporal, tomando más de 500 fotografías que él mismo reveló en medio de la selva. Fue asesinado en 1902, a los 40 años, y -aunque no existe certeza absoluta- se sospecha que el motivo fue su actividad fotográfica, ya que la expedición que fue en su búsqueda encontró sus restos enterrados con su cámara despedazada. Después de su muerte, un colega publicó una serie de 100 tarjetas postales sobre estos aborígenes paraguayos, que incluía un suplemento reservado de 12 desnudos especiales para científicos.

Por supuesto, hoy en día es muy improbable que alguien te amenace de muerte por tomarle una fotografía, pero no está demás evitar un mal rato y mostrar respeto por la otra persona haciendo una simple pregunta: “¿Puedo tomarle una foto?”

jueves, 6 de octubre de 2011

Comunidades indígenas y turismo: los beneficios del co-manejo


Guía Lickan Antay con visitantes en el Sector Soncor de la Reserva Nacional Los Flamencos.
© Hernán Torres

por Marcela Torres
El manejo compartido de áreas protegidas por parte del Estado y las comunidades locales es una de las mejores maneras de garantizar que el turismo beneficie económica y socialmente a muchas personas que de otra manera quedarían marginadas, al mismo tiempo que se garantiza la protección al medio ambiente del cual dependen estas comunidades para sus ingresos. Un excelente ejemplo es el sector Soncor de la Reserva Nacional Los Flamencos, en el Desierto de Atacama en la Región de Antofagasta, en el norte de Chile.

La Reserva Nacional los Flamencos se encuentra dentro del Área de Desarrollo Indígena Atacama La Grande, que fue establecida en 1997 para promover el desarrollo sustentable de los territorios ancestrales de la etnia Lickan Antay. Desde entonces, las comunidades Lickan Antay han fortalecido sus derechos ancestrales para utilizar sus recursos, en muchos casos de manera tradicional y en otros, adoptando técnicas modernas de manejo de recursos naturales.

Cuando la Corporación Nacional Forestal (CONAF) comenzó a cobrar entrada por visitar la Reserva, a inicios de la década del 2000, la Comunidad Lickan Antay de Toconao se tomó el camino de acceso a Laguna Chaxa, en el sector Soncor, para demandar que este turismo, desarrollado en sus tierras ancestrales, beneficiara también a los descendientes de esta etnia que viven en el poblado. La acción desencadenó una revisión del esquema y la CONAF y las comunidades Lickan Antay firmaron acuerdos de co-manejo para cuatro de los siete sectores de la Reserva: Soncor, Lagunas Miscanti y Miñiques, Valle de la Luna y Tambillo.

Los ingresos generados por el cobro de entrada a estos sitios, que atraen a visitantes nacionales y extranjeros, ha permitido el fortalecimiento de los programas comunitarios de ayuda a las personas ancianas y discapacitadas de las comunidades. Al mismo tiempo, un significativo monto de estos ingresos es invertido en el manejo de cada sector y en salarios del personal. La incorporación de personal de las comunidades en el manejo de los sectores bajo convenio ha permitido reasignar el personal de CONAF a sectores y actividades que anteriormente tuvieron una débil atención por la significativa falta de personal y recursos que afecta a CONAF.

Primer centro de visitantes sustentable

Debido al creciente interés mostrado por turistas provenientes desde San Pedro de Atacama, la comunidad decidió mejorar la infraestructura del lugar y su información turística. Por ello, en 2006, aunó esfuerzos con CONAF y la minera SQM, que explota litio en el Salar de Atacama, para desarrollar el primer Centro de Visitantes sustentable en un área protegida del país.

El proyecto incluyó el diseño arquitectónico y la construcción del Centro de Visitantes, con elementos como la reutilización de aguas grises y la generación de electricidad por medio de paneles solares y molinos de viento. Además, se arreglaron los caminos y se amplió el estacionamiento.

Al mismo tiempo, se capacitó a un grupo de guías locales, todos miembros de la Comunidad Lickan Antay de Toconao, en técnicas de interpretación, para transmitir efectivamente a los visitantes los valores naturales y culturales de la zona. Para complementar esta labor, se elaboraron 5 paneles bilingües para el sendero interpretativo por el salar y 18 para el interior del Centro. También, se desarrolló un video explicativo, en castellano con subtítulos en inglés, para complementar la información turística entregada a los visitantes.

Los resultados han sido los mejores. Quienes llegan a Laguna Chaxa comentan que da gusto pagar entrada porque se nota que se reinvierte en la gente y en mejorar el lugar, donde ya no se encuentra basura y se cuenta con buena infraestructura. Además, el turismo ha brindado a la gente local una nueva fuente de ingresos y cada vez son más los miembros de la Comunidad Lickan Antay que buscan capacitarse y participar de los beneficios del turismo responsable.

lunes, 26 de septiembre de 2011

Día Mundial del Turismo: Acercando culturas

por Marcela Torres

Cada año, el 27 de septiembre, la Organización Mundial para el Turismo (OMT) de Naciones Unidas celebra el Día Mundial del Turismo, con el propósito de profundizar en la sensibilización de la comunidad internacional respecto a la importancia del turismo y su valor social, cultural, político y económico. En 2011, las celebraciones se centran en el turismo y acercamiento de las culturas.

Según la OMT, en 2010, 940 millones de turistas viajaron a un país diferente, entrando así con contacto dinero con una cultura tangible –arte, monumentos– e intangible –música, gastronomía, tradiciones–. El Día Mundial del Turismo 2011 (DMT 2011) es una celebración de esta interacción singular y aspira a profundizar en la comprensión de los valores de la diversidad cultural.

“El mensaje de este Día Mundial del Turismo es que, gracias al turismo, millones de personas de diferentes culturas se están encontrando en todo el mundo como nunca había ocurrido antes”, explica el Secretario General de la OMT, Taleb Rifai. “Esta interacción entre personas con diferentes  tradiciones y formas de vida representa una inmensa oportunidad de avanzar por el camino de la tolerancia, el respeto y la comprensión mutua”.

El DMT 2011 llama también la atención sobre la importancia de conservar y promover las culturas del mundo en todas sus formas. La cultura, que empuja a millones de turistas a viajar y a gastar, posee un valor inmenso en sí misma, pero es también un instrumento vital para el desarrollo de un sector turístico sostenible. Por ello, ha de gestionarse y protegerse de manera racional, tal como se contempla en el Código Ético Mundial para el Turismo, que afirma que: «Las políticas y actividades turísticas se llevarán a cabo con respeto al patrimonio artístico, arqueológico y cultural, que deben proteger y transmitir a las generaciones futuras».

Culturas ancestrales en Chile

En Chile, el Estado reconoce que los indígenas de Chile son los descendientes de las agrupaciones humanas que existen en el territorio nacional desde tiempos precolombinos, que conservan manifestaciones étnicas y culturales propias siendo para ellos la tierra el fundamento principal de su existencia y cultura.

El Estado reconoce como principales etnias de Chile a: la Mapuche, Aymara, Rapa Nui o Pascuense, la de las comunidades Atacameñas o Lickan Antay, Quechuas y Collas del norte del país, las comunidades Kaweshkar o Alacalufe y Yámana o Yagán de los canales australes.

Según el último censo realizado en Chile en 2002, el 4,6% de los habitantes se identificó con alguna de estas etnias. De estas personas, la mayoría (87,3%) se declaró descendiente de los Mapuches. Le siguen los Aymaras (7%) y los Lickan Antay (3%). El resto de las etnias (Colla, Rapa Nui, Quechua, Yámana y Alacalufe), suman en conjunto 2,7%.

Proteger la riqueza cultural

El turismo es un sector económico basado en la interacción humana, el intercambio y el diálogo. El DMT 2011 es un llamamiento a todos los que se dedican al turismo para que actúen de manera consciente y respetuosa con la cultura, promoviendo el diálogo intercultural y garantizando que las comunidades locales participen plenamente en las oportunidades de desarrollo del turismo y que se beneficien de ellas.

“La cultura es uno de los bienes más preciados y es preciso protegerla. Al presentar este Día Mundial del Turismo 2011, hago un llamamiento a todas las personas a que hagan un turismo que conserve y acreciente la riqueza cultural de nuestro mundo para las generaciones futuras”, señala el Sr. Rifai.

martes, 20 de septiembre de 2011

¡Cuidado con esa fogata!

Parque Nacional Torres del Paine.
© Hernán Torres

por Marcela Torres

En todo el mundo existen áreas protegidas de gran belleza natural y al recorrerlas debemos ser cuidadosos para evitar dañarlas y asegurar que puedan ser disfrutadas por futuras generaciones. Uno de los mayores factores de riesgo, sobre todo en zonas de bosques y pastizales, es el fuego que se escapa de control.

En febrero de 2005 un incendio forestal que duró 10 días en el Parque Nacional Torres del Paine afectó a más de 13.000 hectáreas, cerca del 7% de su superficie. La causa fue la inflamación de una cocinilla que un turista checo utilizó en un área de pastizales no autorizada para acampar. El desastre fue tal que La República Checa sin demora ofreció ayuda para la recuperación de los sectores dañados y envió expertos checos. En diciembre de 2010 terminó el proyecto de cooperación forestal  “Asistencia en renovación de ecosistemas dañados por el incendio en el Parque Nacional Torres del Paine”, que duró 5 años e incluyó la forestación con 180.000 plantas de Lenga (Nothofagus pumilio).

El Parque Nacional Torres del Paine es uno de los íconos del turismo de naturaleza en Chile. Ubicado en la Patagonia chilena, cubre un total de 181.414 hectáreas y es uno de los destinos preferidos para el trekking a nivel mundial, particularmente por su famoso circuito W. En 1978 fue declarado Reserva de la Biosfera, por la UNESCO, porque es una de las zonas representativas de los distintos ecosistemas del mundo que sirven como patrones para medir los impactos del hombre sobre el ambiente.

Las formaciones rocosas conocidas como las “torres del Paine”, los glaciares Grey y Dickson, las numerosas cascadas y lagos y su abundante fauna, que incluye a especies amenazadas como el cóndor, el puma y el huemul, son algunos de los principales atractivos de esta área protegida. Luego del incendio de 2005 se pensó que los turistas habrían aprendido acerca de la importancia de respetar las zonas destinadas para visitantes.

Sin embargo, en febrero de 2011 hubo que lamentar un nuevo incendio. Un turista israelí que realizó una fogata en un área no autorizada ocasionó un nuevo incendio que no tuvo las mismas consecuencias desastrosas del anterior debido a que la lluvia que caía ayudó a controlar las llamas. El turista fue expulsado del Parque Nacional y declarado un visitante no grato por su irresponsabilidad.

La Corporación Nacional Forestal (CONAF), la agencia gubernamental encargada de la administración de las áreas protegidas en Chile, tiene normas claras para los visitantes que pueden descargarse de su sitio web en castellano y en inglés. Vale la pena recordar algunas de ellas para asegurar que cuando visitamos una zona natural seamos turistas responsables: 
  • Respete los horarios de visita, la señalización e instalaciones del Área Silvestre Protegida, así como las instrucciones de los/las guardaparques.
  • Respete las normas de seguridad. Transite sólo por los senderos y caminos señalizados. Al realizar una excursión a sectores alejados, vaya acompañado, lleve los implementos y el vestuario adecuado. Informe al guardaparque en el acceso a la unidad o guardería del sector, la ruta y horario de regreso.
  • Haga sus fogatas en los lugares habilitados para ello y apáguelas con abundante agua. Los incendios forestales y la presencia del hombre en actitud distraída son siempre un potencial peligro para la naturaleza.
Ahora que se acerca la temporada alta para el turismo en Chile, esperamos que no tengamos que presenciar un nuevo incendio en el Parque Nacional Torres del Paine. Conservar nuestro maravilloso patrimonio natural para las generaciones futuras es tarea de todos.

miércoles, 14 de septiembre de 2011

La guía de un “gringo” a la comida chilena

Mote con huesillo, pastel de choclo y empanada.
© Hernán Torres

por Robert Bell

Si comer y beber vino es tu fuerte, Chile no te desilusionará. ¿Y qué mejor manera de celebrar el Día de la Independencia de Chile el 18 de Septiembre que festejar con delicias tradicionales? El olor de los anticuchos chisporroteando en la parrilla en una fonda (“fiesta dieciochera”) en un día soleado es una experiencia memorable. De hecho, Septiembre es una de las mejores épocas para estar en Chile, ya que las temperaturas comienzan a subir y la atmósfera se vuelve más festiva. Hay mucho que ver y, por supuesto, que comer.

Como un “gringo” viviendo en Chile, he llegado a apreciar platos tradicionales como el pastel de choclo (una cacerola de greda rellena con carne, huevo duro, cebolla y aceitunas cubierta con una crujiente capa de choclo o maíz molido) y, mi favorito, el charquicán (un contundente guiso con carne, zapallo, papas y porotos verdes o vainas). Ambos son únicos y deliciosos. Chile también tiene una amplia oferta de excelentes mariscos, especialmente en el panorámico y popular balneario de Viña del Mar. Pasteles de jaiba (cangrejo), machas a la parmesana, paltas (aguacates) rellenas con camarones y  la corvina son todas selecciones fantásticas del menú. Las empanadas, que vienen en distintas variedades, desde el típico pino hecho con carne, pasando por el pollo hasta el queso con camarones, también son populares para el Día de la Independencia.

Los chilenos también tienen su lado dulce y algunos de sus postres tradicionales son sencillamente adictivos, como los pasteles rellenos con mermelada y cubiertos con merengue. El manjar (dulce de leche suave) tiene una contextura cremosa y se aplica en abundancia a casi todo, desde donuts hasta queso. Y a medida que comienzan a subir las temperaturas, el mote con huesillo (un jugo hecho con duraznos secos y trigo mote) es lo mejor para apagar la sed y sirve tanto como un postre refrescante y una bebida que se sirve bien helada.

Y hablando de bebidas, los chilenos están orgullosos de su pisco, que puede comprarse en distintos grados alcohólicos que van desde los 30 hasta los 50 y generalmente se sirve sour, y la cerveza (esta última no tan espectacular). Sin embargo, el vino chileno es posiblemente uno de los mejores; Chile tiene variedades de uva como el Carmenére que no se encuentran en ningún otro lugar del mundo.    

Para muchos, el Día de la Independencia no está completo si no se toma un poco de chicha, una cidra liviana y muy dulce en base a uvas que tiene más alcohol que vino. En realidad, es un gusto adquirido para los no iniciados; he conocido a chilenos a quienes tampoco les gusta. Entonces luego de festejar con un poco de comida típica chilena, sólo queda una cosa por hacer: ¿Te gustaría acompañarme a bailar una cueca?

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Escalar o no escalar Uluru…

Uluru, Territorio Norte, Australia.
  
por Marcela Torres

Sólo quedan un par de meses para votar por las Nuevas 7 Maravillas de la Naturaleza. Entre los lugares favoritos en esta iniciativa está el sitio sagrado de aborígenes australianos, Uluru – también conocido como Roca Ayers-, uno de los íconos naturales más reconocidos del país. Parece un buen momento para reflexionar acerca de una pregunta que ha sido motivo de un acalorado debate por décadas: ¿Debe permitirse que los turistas escalen la roca o no? El respeto por las culturas indígenas y las tradiciones locales es parte central del concepto del turismo responsable y es el tema de la controversia sobre Uluru.

Más de 100.000 personas escalan cada año este Sitio de Patrimonio Mundial de la UNESCO, ubicado a 450 kilómetros al oeste de Alice Springs, en el estado del Territorio del Norte. La formación de tierra arenisca alcanza una altura de 348 metros y una circunferencia de 9,4 kilómetros. Quienes han tenido la buena fortuna de visitar el lugar, dicen que Uluru parece cambiar de color dependiendo de cómo le llegue la luz en diferentes momentos del día y del año.

Pero la popular escalada al monolito ha enojado por mucho tiempo a los aborígenes locales, el pueblo Anangu. Bajo la Ley Aborigen, ellos son responsables por la protección de Uluru y de sus visitantes. Dicen que el sitio es sagrado y han pedido que se prohíba su escalada desde que el Parque Nacional Uluru-Kata Tjuta fue puesto bajo su cuidado en 1985.

Los Anangu creen que en la época de formación del mundo la escalada de Uluru era la ruta tradicional de los hombres ancestrales cuando llegaban al lugar. Debido a este significado espiritual, ellos prefieren que –por educación y comprensión- los visitantes respeten sus leyes y su cultura evitando la escalada.

La seguridad también es un tema. El recorrido tiene una longitud de aproximadamente 1,6 kilómetros y toma unas dos horas de caminata. Debido a que es resbaladizo, la primera parte tiene una cadena para sostenerse. Según los registros, 36 personas han muerto y muchas más se han accidentado intentando la escalada, lo que preocupa a los dueños tradicionales.

Además, existen preocupaciones ambientales. Los administradores del parque dicen que el sendero se ha desgastado por el constante uso por parte de los turistas y que la erosión está cambiando la superficie de Uluru. La falta de servicios higiénicos y basureros en la meseta también implica que los turistas dejen desechos que afectan a los pozos de agua cercanos.

El dinero manda

Según las autoridades del parque, cerca del 38 por ciento de los visitantes escala cada año, una fuerte disminución del 74 por ciento registrado en 1990. Aun así, los operadores turísticos de la región continúan ofreciendo la escalada como la principal atracción de la visita al Parque Nacional Uluru-Kata Tjuta y a menudo no les informan a sus clientes del significado cultural y espiritual del lugar. Para muchos turistas, la primera vez que escuchan “Por favor no escale Uluru” es cuando lo leen en su entrada al parque.

El mercado lo demanda, la gente quiere escalar, y debido a que no existe una ley que prohíba la escalada a Uluru, muchas empresa continúan destacando la misma oferta popular: amanecer, escalada y atardecer.

Hasta ahora, la administración del parque nacional ha recurrido a una estrategia de educación de los visitantes para enfrentar el problema, con letreros interpretativos explicando el sufrimiento que la escalada produce a los dueños tradicionales y pidiendo a los visitantes que participen en actividades alternativas. Sin embargo, los cambios de actitud y conducta de visitantes por lo general toman años y a veces requieren la aplicación de técnicas de manejo más directas, tales como la prohibición de una actividad para asegurar la conservación de un atractivo natural y el respeto cultural por parte de los visitantes.

El 2009, el Directorio de Administración de Uluru-Kata Tjuta tomó la iniciativa de elaborar un Plan de Manejo de 10 años recomendando el cierre de la escalada, destacando que se trata de una actividad insensible culturalmente. Aunque la medida no tuvo gran apoyo político, la escalada tiene sus días contados de todas maneras.

Según los términos del contrato de arrendamiento que los ancianos Anangu otorgaron en 1985 al Servicio de Parques Nacionales, el derecho a escalar expira el 2020, y el parque nacional está reclutando a un profesional que supervise este proceso. Si la escalada se autoriza más allá de esa fecha, el contrato de arrendamiento tendrá que ser renegociado.

Algunos representantes de la industria turística argumentan que la prohibición podría causar una reducción en la cantidad de visitantes y tener serias implicancias financieras para los Anangu, que reciben el 22,5 por ciento de todas las entradas al parque y tienen derechos únicos para desarrollar actividades comerciales en él.

Existen muchas alternativas interesantes, sin embargo, de tours dentro del parque con actividades que no ofenden a los dueños tradicionales. Las excursiones incluyen expediciones a pie para explorar formaciones rocosas y sitios de arte aborigen alrededor de la base, con guías locales e intérpretes. Los visitantes aprenden acerca de los mitos de la creación, las comidas de las praderas, cómo tocar la flauta didgeridoo, cómo pintar con puntos y cómo arrojar una lanza.

Un folleto disponible en el Centro Cultural en el parque lleva un importante mensaje de los ancianos Anangu:

“Eso que estás escalando es una cosa realmente importante y sagrada… No debes subirla. No es lo real de este sitio. Lo real es escuchar todo. Escuchar y comprender todo. ¿Por qué tendríamos que decirte que te fueras (y que no escales)? Para que entiendas esto… para que entiendas, te estamos informando: No escales. Y tal vez esto te ponga un poco triste. Pero de todos modos, eso es lo que tenemos que decir. Estamos obligados a decirlo. Y todos los turistas se iluminarán y dirán: “Ah, ya veo. Esta es la forma correcta. Esto es lo que corresponde. Esta es la manera correcta: Sin escalar”.

miércoles, 31 de agosto de 2011

¡Ayuda a proteger las especies en peligro!

Souvenirs fabricados con aves siete colores (Tachuris rubrigastra rubrigastra) embalsamadas.
© Hernán Torres

por Marcela Torres

Un reciente comunicado de TRAFFIC, la red de monitoreo de comercio de animales, y la Asociación de Conservación de Vida Silvestre de China (CWCA) pide a los ciudadanos chinos que viven en África que no lleven marfil y otros productos animales ilegales a China.

El daño causado a las poblaciones de elefantes del mundo por el comercio de marfil es bien conocido y la mayoría de la gente entiende por qué es importante cumplir con la prohibición de vender y comprar estos productos. Existen, sin embargo, otras especies en peligro de extinción cuya situación no es tan ampliamente conocida y los turistas pueden estar dañándolas sin sospecharlo. Lamentablemente, los souvenirs fabricados con especies en peligro a menudo se venden abiertamente, dificultando que los turistas sepan si están causando daño o no.

Además de promover la caza de especies en peligro, los turistas que llevan este tipo de productos en su equipaje a veces corren el riesgo de pagar altas multas o incluso pasar tiempo en la cárcel. Cada año, los funcionarios de Aduanas en todo el mundo confiscan miles de souvenirs fabricados con especies en peligro, las cuales están protegidas por la Convención de las Naciones Unidas sobre Comercio Internacional de Especies de Fauna y Flora Amenazada (CITES).

Los países signatarios de la CITES, entre los que se encuentra Chile, prohíben la importación y la exportación de productos fabricados con especies que puedan estar en peligro en cualquier parte del mundo, incluyendo el marfil, las caparazones de tortugas, los corales y muchos productos hechos con pieles, cueros y plumas. Si compra un abrigo de piel, un tallado en hueso o unas botas hechas con cuero de caimán, podría exigírsele que muestre un certificado al ingresar o salir del país en el que demuestre que estos bienes no fueron fabricados usando especies en peligro.

En Chile, en los años 70, la CITES advirtió al país acerca de sus reducidas poblaciones de vicuña (Vicugna vicugna), un camélido sudamericano –pariente distante de los camellos- que era cazado sostenidamente por su fibra, que es altamente valorada en los mercados internacionales. El gobierno de Chile llevó a cabo un exitoso plan para prohibir y controlar la caza de esta especie para que se recuperara en las partes del norte del país y ahora podemos disfrutar verla correr libremente en las alturas de Los Andes.

Cuando tengas dudas, lo mejor es que simplemente no compres ningún souvenir fabricado con animales. De esa manera, no estarás dañando a ninguna especie en peligro y también reducirás el riesgo de ser detenido por funcionarios de Aduanas cuando regreses a casa. ¡Y, por supuesto, serás un ejemplo de turista responsable!