jueves, 28 de julio de 2011

No alimentar a la fauna silvestre

Joven alimentando a un pavo silvestre en el Parque Nacional Daintree, en Australia.
© Marcela Torres

por Marcela Torres

Recuerdo claramente en uno de mis viajes a un parque nacional que mientras pagábamos la entrada los pasajeros de uno de los vehículos que esperaba para ingresar gritaron asombrados que un zorro les había robado una bolsa de comida que llevaban. Lógicamente, estaban indignados. ¿Pero qué llevó al zorro a cometer esta audacia?

El zorro que se robó la comida probablemente había sido alimentado por turistas anteriormente y había aprendido que donde había turistas había comida. Uno de los principios del turismo responsable es ayudar a conservar el medio ambiente y una manera de hacerlo es evitar alimentar a la fauna silvestre en los lugares que se visitan.

Los problemas de alimentar a la fauna silvestre son varios, comenzando por el hecho de que se acostumbran al ser humano y a un tipo de alimentación que no corresponde. Entonces, dejan de buscar alimento de manera natural, en el caso del zorro cazando sus presas, y comienzan a depender de los visitantes a las áreas protegidas.

Esto no sólo perturba los hábitos alimenticios de la fauna silvestre, sino que también altera las relaciones entre los depredadores y sus presas y aumenta su vulnerabilidad ante animales competidores o depredadores. Al mismo tiempo, puede afectar los lazos entre los padres y sus crías y contribuir a la transmisión de enfermedades para las cuales no tienen defensas.

También existe peligro para los turistas, ya que nunca se sabe cómo puede reaccionar un animal hambriento y las personas pueden resultar con heridas por accidentes. Por mucho que esté acostumbrado a los seres humanos, no se debe olvidar que sigue siendo un animal salvaje guiado por sus instintos.

Es importante tener una actitud responsable durante una visita a un área habitada por fauna silvestre, tanto para evitar hechos lamentables para los turistas como también para no alterar el comportamiento y los ciclos naturales de los animales. De esta manera, la experiencia será beneficiosa para todos.

viernes, 22 de julio de 2011

Biocombustibles para vuelos más amigables con el medio ambiente

Avión de la empresa Air Bus.
© Air Bus

por Marcela Torres

Los viajes aéreos han sido generalmente identificados como una gran fuente de emisión de gases de invernadero y un factor importante en temas de cambio climático. Esto plantea preguntas sobre las implicancias de los crecientes costos del combustible y la energía en el futuro y la necesidad de ver al turismo en un contexto más amplio que involucra al medio ambiente, los recursos y la movilidad si es que algún día logra ser sustentable.

Aunque algunas personas sostienen que los aviones sólo contribuyen entre el 2 y el 3 por ciento de las emisiones globales, las aerolíneas están conscientes de las críticas y han estado abordando el problema por varios años. ¿Los resultados? El mes pasado, Boeing realizó su primer cruce transatlántico con un avión comercial usando combustible renovable de origen biológico. Y esta semana, Lufthansa y Airbus lanzaron los primeros viajes diarios de pasajeros usando biocombustibles sustentables.

Pero el camino hacia la sustentabilidad en los vuelos no ha sido siempre fácil ni voluntario. Cuando la Unión Europea adoptó la Directiva para incluir a la aviación en su Esquema de Transacción de Emisiones en enero de 2009, muchas aerolíneas se quejaron que perjudicaría sus operaciones en la región. ¿Cómo funciona este esquema de transacción de emisiones? Los pasajeros y las empresas contribuyen a algún proyecto de conservación para contrarrestar sus emisiones de carbono, las que son transadas en un mercado del carbono.

Algunas aerolíneas, tales como Qantas, Air New Zealand, Virgin Atlantic y Continental, voluntariamente crearon sus propios programas de compensación por el carbono para permitirles a sus pasajeros reducir su huella ecológica cuando volaban incluso antes que se pasaran reglamentos al respecto. Ellas fueron, sin duda, pioneras en este ámbito, pero rápidamente surgieron dudas acerca de cuánto deberían pagar los turistas por cada tonelada de dióxido de carbono que se compensaba y acerca de la necesidad de privilegiar la reducción de emisiones en lugar de su compensación.

Muchos esperaban que la ciencia y la tecnología jugaran un rol importante. Los turistas ven a los científicos como los actores principales en la entrega de información actualizada que permita a las autoridades de gobierno tomar las decisiones correctas, mientras que la industria se apoya en la tecnología para resolver el problema de la emisión de dióxido de carbono sin tener que reducir los vuelos.

La gran verdad es que los vuelos de pasajeros llegaron para quedarse y que la búsqueda de biocombustibles para reemplazar a los combustibles fósiles es un paso positivo en la dirección correcta. Algunas personas ven este progreso con escepticismo y critican que las pruebas realizadas por Boeing y Airbus sólo usan un porcentaje de biocombustibles mezclado con kerosene. Otras advierten acerca de la cantidad de agua que se requerirá para irrigar los cultivos usados para producir los biocombustibles y si la demanda por biocombustibles llevará a un incremento de la deforestación para plantar estos cultivos.

Son temas difíciles de resolver. Pero el hecho de que la industria de los viajes aéreos esté haciendo esfuerzos para reducir sus emisiones en lugar de compensarlas es una buena señal de que los tiempos cambian y el turismo podría llegar a ser sustentable después de todo.

martes, 19 de julio de 2011

¿Avanza la accesibilidad del turismo en Chile?

Senderos accesibles en el sector Saltos del Petrohué, del Parque Nacional Vicente Pérez Rosales, en Chile.
© Marcela Torres

por Marcela Torres

La accesibilidad del turismo a las personas con discapacidad es uno de los principios que promueve la Declaración de la Ciudad del Cabo sobre Turismo Responsable (2002). El 2009, la OMT adoptó la Declaración sobre la Facilitación de los Viajes de Turistas, haciendo un llamado a los estados miembro a garantizar la accesibilidad a los establecimientos turísticos, la existencia de servicios especiales para personas con discapacidad sin costo extra, la difusión de dichos servicios especiales y la capacitación del personal que trabaja en turismo.

¿Cuánto ha avanzado Chile en este tema? Bastante, pero aún se puede hacer más. Según el Servicio Nacional de Discapacidad (Senadis), en Chile el 12,93% de las personas presenta una discapacidad en cualquiera de sus grados (2.068.072 personas). La Ley 20.422 que establece normas sobre igualdad de oportunidades e inclusión social para personas con discapacidad fue promulgada a inicios del 2010 y define el diseño universal como la base para las nuevas directrices de la integración.

El Estado de Chile ya había tomado acciones antes de la promulgación de dicha ley. Por ejemplo, el Servicio Nacional de Turismo (Sernatur) editó el 2005 el Manual de Turismo Accesible, aunque su impacto en el sector turístico no fue significativo. De hecho, no existe información sistematizada acerca de qué establecimientos o proveedores cuentan con instalaciones o servicios accesibles para este sector de la población.

Por su parte, la Corporación Nacional Forestal (Conaf) tiene un Manual de Accesibilidad para personas con capacidades diferentes en Áreas Silvestres Protegidas del Estado y viene implementando Áreas Silvestres Protegidas Accesibles a lo largo del país desde el 2006, facilitando el desplazamiento de las personas discapacitadas en senderos y miradores y adaptando los baños públicos para personas que utilizan sillas de ruedas, aunque hasta ahora esta accesibilidad está presente de manera parcial en sólo 12 de las 100 áreas protegidas que administra la entidad.

El Senadis igualmente cuenta con un Manual de Accesibilidad que se puede descargar del sitio web y tiene fondos concursables para proyectos de acceso físico, pero éstos sólo financian iniciativas presentadas por organismos públicos, municipios y personas jurídicas sin fines de lucro. Por lo tanto, las empresas del rubro turístico deben costear con recursos propios cualquier adaptación para la accesibilidad, lo que probablemente no ocurrirá a menos que lo vean como una inversión rentable.

Hay países, como España, que llevan la delantera en este frente. El año pasado se presentó la Guía Monumentos, museos y puntos de interés turístico accesibles para todos, patrocinada por Fundación ONCE y la Fundación Vodafone España, que recoge información sobre 167 monumentos, museos y puntos de interés turístico accesibles de todas las provincias españolas, así como los detalles concretos de accesibilidad de los mismos.

En ese país existen fuertes organizaciones que agrupan a las personas con discapacidad y que tienen una gran trayectoria promoviendo la inclusión de ese sector de la población. Sin duda, un buen ejemplo para Chile, que gracias a esta nueva ley, tiene una oportunidad única de dar un paso significativo para impulsar, entre todos los actores involucrados, un nuevo paradigma en el cual la accesibilidad para las personas con discapacidad sea considerada un derecho y no un privilegio.

viernes, 15 de julio de 2011

Fiesta de La Tirana apuesta al turismo cultural

Bailarines frente a la Iglesia de La Tirana, en el norte de Chile.
© Hernán Torres

por Marcela Torres

Este sábado 16 de julio se celebra en Chile la Fiesta de La Tirana, en honor a la Virgen del Carmen, patrona del país. El pueblo de La Tirana, con una población cercana a los 560 habitantes, se prepara para recibir unos 250.000 turistas, de los cuales se calcula que el 70% corresponde a chilenos y el 30% a extranjeros provenientes de naciones vecinas, tales como Perú y Bolivia, junto a visitantes de largo recorrido desde España, Alemania y Bélgica.

Durante esta festividad, el lugar se transforma, a medida que  bailarines y comerciantes inundan el pueblo donde los creyentes dedican música, baile y ofrendas a la Virgen. Entre los bailes folclóricos, los más tradicionales son las diabladas, llamadas así por la careta y el traje de diablo que usan los bailarines. La danza representa el enfrentamiento entre el bien y el mal, mezclando elementos propios de las tradiciones católicas introducidas durante la conquista española  con ritos ancestrales  andinos.

El pueblo de La Tirana supuestamente marca el punto donde fue enterrada una princesa inca conocida como la tirana de la Pampa del Tamarugal por inspirar el terror de todos los conquistadores e indígenas conversos de la zona en su lucha contra el dominio español durante el siglo 16. Cuenta la historia que se enamoró de uno de sus prisioneros, un portugués que la convirtió al catolicismo, y que ambos fueron muertos por sus guerreros inca mientras él la bautizaba. Al morir, ella pidió que pusieran una cruz sobre su tumba. Un monje español habría encontrado la cruz y así habría nacido el pueblo de La Tirana.

Los festejos del 16 de julio representan la mezcla de ambas culturas y corresponden a uno de los eventos típicos más populares de Chile. Aunque los habitantes de La Tirana esperan con ansias este día, tanto por el significado de la fiesta como por los mayores ingresos gracias al flujo de visitantes, la actividad también presenta peligros tales como la superación de la capacidad de carga de la zona por la cantidad de turistas que llegan.

Otro desafío es evitar que La Tirana dependa económicamente de una fecha al año. Por eso, una agrupación de mujeres del pueblo se asoció y obtuvo financiamiento estatal para crear un centro de información turística, que fue inaugurado en mayo de 2011, apostando a que La Tirana tiene atractivos suficientes para atraer visitantes durante todo el año.

Lo importante es que se pueda promover un desarrollo sustentable del turismo para evitar que la fiesta tenga más costos que beneficios y para que los habitantes de La Tirana cuenten con las herramientas necesarias para elaborar productos turísticos de alta calidad y comercializarlos con eficiencia de manera que permitan atraer mayores ingresos a la comunidad local. Los festivales son un elemento importante del turismo cultural y pueden, sin duda, contribuir a la preservación de tradiciones ancestrales.

lunes, 11 de julio de 2011

Impactos sociales del turismo


Tejedora aymara que cobra por las fotos que le toman en Sacsayhuamán, Perú.
© Marcela Torres

por Marcela Torres

El turismo ofrece experiencias y las culturas locales pueden proporcionar grandes experiencias. Sin embargo, dependiendo de cómo se realice la actividad turística, estas experiencias podrán ser mejores o peores.

El beneficio social más evidente del turismo es que promueve el intercambio entre personas de distintos países y culturas. Muchos viajeros quieren aprender sobre las comunidades locales, conocer sus tradiciones y su estilo de vida. Para las comunidades anfitrionas, esta interacción puede ayudar a fortalecer su autoestima y su sentido de pertenencia, al sentirse valoradas por otros. Más aún, el turismo puede contribuir a mantener vivas las costumbres y artesanía locales de un destino.

Pero al mismo tiempo, existe la posibilidad de que este intercambio tenga efectos negativos. Varios autores advierten del peligro de la “mirada del turista”. ¿A qué se refieren? A que las personas de una comunidad local se sientan vistas como objetos atractivos; algo extraño o sorprendente que se debe observar. Esto tiene mucho que ver con la forma en que la industria turística presenta a un destino y a sus habitantes y con el nivel de interacción que se logra con los viajeros.

Otro riesgo es la pérdida de la autenticidad. En un mundo cada vez más globalizado, se está produciendo también un fenómeno de globalización cultural y muchas comunidades locales cambian los diseños y modos de producción de sus artesanías para asemejarse a lo que creen que “vende” en una economía de mercado o intentan imitar atractivos que nada tienen que ver con sus raíces. Las comunidades deben concentrarse en lo que mejor saben hacer y no tratar de cumplir ideales turísticos preconcebidos.

La falta de conocimiento mutuo e interacción entre los turistas y las comunidades anfitrionas puede llevar a situaciones complejas, ya sea de rechazo hacia los turistas por parte de la gente local o de desilusión de los turistas que se encuentran con lo mismo que podrían ver en sus países sin tener que viajar miles de kilómetros.

Lograr el equilibrio no es fácil. Por eso, el primer principio del Código de Ética del viajero y turista responsable elaborado por la OMT dice: “Ábrete a las culturas y tradiciones distintas de las tuyas: tu experiencia se verá transformada, te ganarás el respeto de la población local, y ésta te acogerá más fácilmente. Sé tolerante y respeta la diversidad; observa las tradiciones y las prácticas sociales y culturales del lugar”.

jueves, 7 de julio de 2011

100 años de Machu Picchu y el impacto del turismo

Panorámica de la ciudadela de Machu Picchu, en Perú.
© Marcela Torres

por Marcela Torres

Hoy se celebran 100 años del redescubrimiento de Machu Picchu, un lugar que atrae a muchos visitantes por su misterio y sus imponentes estructuras. Pero la verdad es que este Sitio de Patrimonio Mundial corre un serio peligro, el exceso de turismo.

Durante una visita realizada en febrero de este año, la Directora General de la UNESCO, Irina Bokova, advirtió que la ciudadela inca de Machu Picchu es “víctima de su propio éxito” al sufrir de una presión turística no adecuada para su preservación. El organismo internacional, que administra la lista de Sitios de Patrimonio Mundial, decidió no incluir al sitio en la lista de patrimonio cultural en peligro, pero recomendó restringir las actividades planeadas por el centenario del lugar para protegerlo. Las recomendaciones de la UNESCO incluían limitar el acceso de personas al santuario durante las festividades y realizar la mayoría de las actividades en la ciudad de Cusco.

La UNESCO ha promovido por años que se limiten las visitas a Machu Picchu. Siguiendo las sugerencias de la organización, Perú rebajó las cifras permitidas de 2.500 a 1.800 personas por día en su Plan Maestro para el sitio. La medida, sin embargo, tiene fuertes detractores en la industria del turismo, quienes alegan que estas restricciones perjudicarán al sector.

Sin embargo, la pregunta es: ¿Qué va a hacer la industria turística si se destruye Machu Picchu? O, como lo expresó Bokova durante su visita, “¿cómo equilibrar la presión del turismo, el éxito y el reconocimiento, con la protección y la autenticidad de este sitio?”

El exceso de turistas en Machu Picchu acarrea varios problemas concretos, por ejemplo: 1) aglomeración, con lo que se disminuye la calidad de la experiencia para los visitantes; 2) aumento de la basura, particularmente en el Camino del Inca; 3) un uso intensivo de un sitio histórico cuya capacidad de carga es limitada. He tenido la suerte de estar en la ciudadela en dos ocasiones y la última vez el guía nos contó cómo el mítico reloj de sol fue quebrado por una grúa usada por una productora que filmaba un comercial de televisión.

Afortunadamente, hay representantes de empresas turísticas que comprenden que se debe cuidar el patrimonio, pues nada se consigue con sobre explotarlo para que sólo dure unos años, y que se debe encontrar una solución entre todos los actores involucrados. Aunque a nadie le gustan las restricciones, es importante que la industria turística asuma su rol en promover un desarrollo sustentable de la actividad, para que la ciudadela de Machu Picchu pueda ser disfrutada también por las generaciones futuras.

lunes, 4 de julio de 2011

Impactos económicos del turismo



Comercio en el pueblo de San Pedro de Atacama, en el norte de Chile.
© Marcela Torres

por Marcela Torres

El turismo generalmente es considerado como una buena manera de generar crecimiento económico para los destinos y muchos lugares del mundo de hecho dependen de esta actividad como fuente de ingresos.

La mayoría de la literatura se concentra en los beneficios económicos del turismo a través del gasto directo de los visitantes y las oportunidades de trabajo asociadas que crea. Se argumenta comúnmente que un nivel mayor de visitas a un lugar atrae también el surgimiento de servicios relacionados, tales como hoteles, restaurantes, agencias de arriendo de automóviles, estaciones de servicio y tiendas de souvenirs.

Los turistas generalmente esperan que algo del dinero que gastan vaya en beneficio directo a la población local, pero esto no siempre sucede. Uno de los mayores peligros del turismo es la fuga financiera, que ocurre cuando los recursos financieros “se fugan” del país de destino hacia otro país. Esto pasa, por ejemplo, cuando una empresa de turismo tiene su base de operaciones en el extranjero o cuando se importan bienes y servicios relacionados con el turismo hacia el país de destino.

Otro riesgo que va en la misma dirección es que a veces el empleo se da a personas que viven fuera del área que experimenta directamente los impactos del turismo. La explicación típica para esto es la falta de capacidad instalada local.

El turismo responsable tiene como propósito contribuir al desarrollo económico y social. Una manera de lograrlo es comprar artesanías y productos locales para apoyar la economía local usando los principios del comercio justo. También es importante trabajar en conjunto con las comunidades locales para fortalecer sus capacidades de manera que aumenten su participación de los beneficios económicos del turismo.

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